La verdadera revolución es la evolución
– Menú de Intimo
Septiembre es mi mes preferido. ¿Por qué? Es mi cumpleaños y puedo darme uno que otro antojo. Este año uno de mis antojos más grandes era conocer y probar la gastronomía de Intimo. Tenía que escoger una fecha especial, pues era un antojo $ y las simples ganas de comer rico no eran razón suficiente para ir.
Llegar a Intimo no fue tan fácil, no por la ubicación, ya que está bastante céntrico en San Francisco, sino porque el restaurante está algo “escondido”. Da la impresión estar buscando una guarida secreta, y hasta cierto punto creo que esto le da un valor añadido a la experiencia porque sientes que te diriges a un lugar secreto. En otras palabras, no llegas por casualidad.
Intimo es obra de Carlos Alba, alias “Chombolin”. Dentro de esta, su guarida secreta, es dónde crea, experimenta y mezcla productos locales de gran calidad, todos orgánicos, inclusive, algunos de su misma huerta. La huerta es el patio del restaurante, el jardín. ¿Qué puede tener mejor sabor que una hierba aromática recién tomada del huerto? Es la consiga del movimiento culinario “de la granja a la mesa”, que vemos, en cierta medida aplicada a este restaurante.
Intimo es un restaurante pequeño, un par de mesas y la barra. Unos cuatro puestos de la barra pueden considerarse la “Mesa del Chef” desde los cuales se tiene una vista clara y privilegiada de la cocina. Aunque teníamos reserva, fuimos los primeros en llegar ya que ninguna precaución es exagerada si se quieren conseguir los mejores puestos.
Llegamos y estaban cocinando unos plátanos, diría yo, en tentación. Preguntamos qué era y sólo con la descripción del almíbar en el cual se cocía a fuego lento, se me hacía agua la boca. Ese olor inicialmente delicioso, a los minutos se había convertido en una tortura… pues no lo podía comer.
Como su nombre lo indica, Intimo es un restaurante de ambiente acogedor y luz tenue, romántico diría yo. Y es uno de los pocos restaurantes en los cuales me tomo la tarea de mirar miro el menú, por curiosidad más que nada, pues ya sabía qué ordenar antes de ir al lugar: el menú degustación con maridaje (antojo $ ¿Recuerdan?).
La verdadera experiencia Intimo consiste en observar cómo preparan cada plato y el proceso en la cocina de cada uno. En ese movimiento es dónde puedes ver la entrega de cada miembro de la cocina en acción. Es visible, les gusta lo que hacen y lo realmente interesante es lo bien organizados que están. Todos saben qué hacer sin prácticamente hablarse. Una ejecución perfecta.
Cada plato y cada trago, es presentado y descrito en detalle por el encargado de su preparación. La descripción del mismo y el origen de las recetas, te abren el apetito y aclaran en gran medida, qué estas probando, pues, se trata de ingredientes “comunes” o populares transformados en deleites culinarios de alto nivel. Sabores inesperados en platos “tradicionales” y combinaciones “poco probables” pueblan la carta.
El menú degustación es como sigue:
- Tierra
- Intimo Luau
- pato crujiente y explosión de maracuyá
- escabeche, zanahoria y vanilla
- concolón, zapallo bisque
- Bosque
- frijoles, queso del país, emulsión de suero
- Tradiciones
- una pausa por un agua de pipa “tu raz”
- Fondo Rocoso
- atún, aire de mar, miel
- Granja
- ternera, menta noitte, cebollas
- Yema y cítricos
- Café
- Chicharrón
¿Los tragos? Un conjunto entre vinos, cervezas, cidras y espumantes. Unos mejores que otros, pero todos cumpliendo su fin: acompañar la comida y complementar/contrastar el paladar.
No voy a describir los platos, ¡es mejor enseñarlos!
Adivinen, los torturadores plátanos en almíbar, no estaban en el menú degustación, pero por supuesto, eso no podía quedarse así, probarlos era casi una obligación porque no es posible añejar esos aromas en la nariz, crear esa ilusión al paladar y no quedar en nada. Decidí preguntar por el mismo y que debíamos hacer para probarlo. Para nuestra sorpresa, nos brindaron a probar de cortesía a mi esposa y a mí. Como bien dice el dicho: “el que no llora, no mama” e hice muy porque se convirtió en uno de los favoritos de la noche, el Nigiri Taco.
Para rematar la noche, pedí mi “cocktail” favorito del momento: El Negroni. El mismo, maravillosamente preparado, es de los mejores que he probado. Dicen por ahí: “lo mejor de la vida es gratis” bueno, ese negroni lo fue. Me lo regalaron (era mi cumpleaños después de todo, ¡hay derecho!)
¿Valió la pena? ¡Totalmente! (no soy el único que piensa así) ¿Que si lo recomiendo? Felicitaciones “Chombolin”, estoy buscando excusas para volver.
Intimo
Calle 72 Este
+507-388-1365
