Pronto empieza lo que muchos catalogan “el concurso/evento” gastronómico del año en Panamá: el Burgerweek. Evento que mueve masas y despierta pasiones en Panamá. La gente llega al punto de organizarse, hacer agendas, grupos y demás estrategias para probar sus hamburguesas favoritas. Utilizando las sabias palabras de mi amiga Maite Castrellon: “La gente se vuelve loca en el Burgerweek”. ¿Que causa tal comportamiento? ¿Será la mística de la sagrada combinación de carne y bacon? ¿La búsqueda del nirvana gastronómico? ¿O simplemente es cuestión de llenarse la panza?
El máximo catador
El Santo Grial del evento es probarlas todas. Así ganas “el derecho” a opinar y decir cual es la mejor. En círculos “foodies”, realizar tal hazaña es una proeza digna de admirar y sobre todo da envidia de la buena (Oh sí, los “foodies” podemos llegar a ser bastante envidiosos). Al final, ese derecho es puro humo…a menos que tu predicción acierte con el ganador oficial del concurso. Salvese quien pueda si tu amig@ fanática de la comida la pega. Van a estar insoportables.
Claro, siempre están los premios no oficiales: la más monstruosa, la mejor salsa, la mejor carne, la burger más fuera de lugar y la más guapa.
La competencia este año resulta una labor digna de comparar a las 12 Hazañas de Heracles (12 Trabajos de Hércules). Probar 70+ hamburguesas en 30-45 días no es cualquiera que puede hacerlo. Es un tema de estomago y sobre todo, plata.
La tarea
A Gónzalo y a mí nos toco la deliciosa y laboriosa tarea de fotografiar TODAS las hamburguesas participantes… bueno las que están dentro de la Ciudad de Panamá. Los requerimientos de las fotos eran las siguientes:
- la hamburguesa debe verse apetitosa
- primer plano (para la foto principal)
- deben verse e identificarse claramente TODOS los ingredientes
Totalice 38 hamburguesas de 37 participantes. Aunque lo parezca, no fue así, solo probé cinco (5) de las 38 hamburguesas. No me pregunten mi favorita, por que no he probado lo suficiente para llenarme el ego…digo, opinar objetivamente. Durante las sesiones presté mucho cuidado a los requisitos mencionados y a dar consejos a los participantes para obtener una mejor foto. Gracias al uso de la tecnología podíamos ver en vivo como quedaban las fotos. De está manera, podemos hacer los ajustes necesarios (mueve ese pan,¿dónde está la lechuga?, ¿no tenía mayonesa?).
Algunas de las tendencias que pude notar luego de terminar la asignación:
- bacon, bacon y más bacon
- chorizo tableño
- un tamaño más estándar (weeee)
- más atención al pan
- darle protagonismo a la carne
Para terminar, como una anécdota curiosa, cuando estaba hice la foto para el Radisson Summit, el fondo que más me gusto fue la piscina del hotel. Era curioso ver como los huéspedes miraban mientras montaba el set y equipos para la foto. Fue algo difícil, pues hacia mucha brisa ese día y teníamos miedo de que la hamburguesa saliera volando. Escogí la piscina por el color turquesa, sin duda alguna, haría resaltar la hamburguesa. Una vez culminado las fotos pregunté por mera curiosidad: ¿Cómo se llama la hamburguesa? y la respuesta, con una sonrisa fue: “La Buceadora”.
