Buscando Atún en el Mercado del Marisco

Teníamos varías semanas dibujando la idea de cenar paella en casa de un amigo.  La idea consistía en ir temprano al Mercado de Mariscos, tomar fotos y luego comprar los diferentes ingredientes para la paella, sí, en ese orden, fotos, luego compra de ingredientes.  Pasaron casí dos meses para que las distintas condiciones y horarios permitieran tal actividad, finalmente, logramos concretar.  Al foto trip asistimos (cuatro) personas, lo cual resultó muy entretenido.

Claro, una ida al mercado conlleva algo de preparación: llenar el carro de periodico, elegir ropa y especialmente zapatillas con poca vida útil o nulo valor sentimental (desechable para resumir). ¿Por qué? Pues uno sale “oloroso”, en buen panameño: ¡Prendío a marisco!, uno queda impregnado de ese especial y singular aroma a frutos del mar, tan distintivo y reconocible.  ¡Ah! Me faltó algo importante: el “cooler”, Oh sí, eso era el secreto a unos mariscos debidamente frescos, la cadena de frío en el transporte de los mismos.  Por insistencia y recomendación de un miembro del “foto crew” llevamos la tecnología adecuada para mantener la frescura del producto, en adición a salvaguardar el auto de ese “rico aroma” marino.

Todos decidimos ir básico en cuanto a equipo, pues hay que cargar las provisiones de vuelta…bueno, no todos.  El amigo de la cadena de frío iba preparado para arremeter a una base terrorista de oriente medio (lentes varios, mochila, étc), vio la luz y entró con lo necesario (si, tu, ese mismo ;)).

Llegamos a buena hora, había bastante producto fresco, buenos precios (nada como el supermercado) y excelente luz.  El mercado, está bastante limpio y ordenado.  Cada puesto tiene claro su especialidad y el precio del producto, claro, siempre hay espacio para la negociación.  A la hora de empacar los alimentos, muy buena envoltura, para que el agua no escurriese con facilidad durante el transporte.

Afortunadamente el auto no sufrió percance alguno, nada que un poco de aire fresco no resolviera.

Capturamos algunas imágenes mientras compramos los frutos del mar.  En mi caso, yo aproveché para comprar atún y prepararlo para el almuerzo.  Pensé sería difícil conseguir atún, pero no fue el caso,  había bastante disponibilidad del mismo y fresco.  Lo que si no ví a la hora, era atún con calidad de sushi, esos me han comentado deben ir a comprarse por Vacamonte en Arraijan.  Esa es una aventura que haré un día de estos.

Llegué sano y salvo a casa…y ricamente oloroso (prendío, ediondo).  No había manera alguna de no creer  que estaba comprando mariscos.  Las instrucciones de la jefa fueron precisas: a bañarse y echar esa ropa a lavar… y eso que la jefa no tiene buen olfato (cosa que ella admite).

Aquí el atún:

¿Receta? Un buen filete de atún fresco solo necesita sal y pimienta, yo le añado unas semillas de ajonjolí como toque personal y limón al gusto una vez servido, me gusta mucho con papas salteadas.

¿Y la paella? Estuvo excelente, muy muy rica, no tengo fotos, pues no la hice yo y fue lo último en que pensamos al verla, solo queríamos comerla 😉