Arboles Cuadrados y Pastas

Era un viernes, por la noche y aún no sabíamos que hacer el fin de semana… para variar, no habíamos planificado nada XD.  ¿Qué vamos a hacer este fin? Me pregunta mi amada…mmm y le digo, así de la nada, vamos a subir la India Dormida, ella exclama: ¡Sì! Empezamos a preparar lo necesario para la pequeña aventura, el plan era ir, subir, bajar vueltos leña con hambre y harta…digo, recuperar energías en el mejor restaurante de pastas que hemos ido (oh sí, queda en El Valle de Antón).

Sábado por la mañana, nos fijamos rumbo al Valle de Antón bastante temprano (considerando lo malo que somos para levantarnos temprano el día que sea, es un logró, pero bueno, la motivación era grande ;)).  Paramos a desayunar en nuestro lugar preferido para este tipo de viajes: La Posada (eso es otro post, tranquilo boby, tranquilo).  Un lugar BBB (Bueno Bonito Barato).

 

El Valle de Antón

El Valle - Café Gourmet

 

Llenos, digo, cargados de energía, proseguimos rumbo hasta El Valle.  Páramos a tomar un café en el “Café Gourmet” justo a la entrada de Del Valle, una parada obligatoria y acostumbrada para nosotros (somos frecuentes en el área).  Después de un buen desayuno, una taza extra de café no cae nada mal.  Además, también aprovechamos para que el Dino-berto estire las patas, entre otras necesidades básicas :P.

Terminada la obligada taza de café, llegamos a la entrada del camino hacia la India Dormida… encontramos, para nuestra sorpresa, no éramos los únicos con esas intenciones aquel fin de semana. ¡El lugar estaba completamente repleto! mmm, puntos menos.  Al acercarme a preguntar y verificar el sitio, había una ambulancia con la sirena encendida, en ese preciso instante, un grupo grandes de personas, entre ellas, paramédicos, venían bajando rápidamente junto a una camilla: una muchacha accidentada había doblado o algo así escuché (si el bochinche) la rodilla…  esto no era buena señal.  Regresé al auto, le comenté lo observado y acontecido a mi esposa, era claro, no era el mejor día para realizar la aventura.

Arboles Cuadrados - El Valle de Anton - Pasta-20

¿Ahora qué? nos preguntamos, ya en El Valle, que hacer, conocíamos bastante el lugar y queríamos hacer algo nuevo, arboles cuadrados era la solución.  Yo no los conocía y ella, ni sé acordaba de los mismos, para fines prácticos, era como si no hubiese ido jejeje.  Arrancamos con dirección al Hotel Campestre de El Valle, en sus instalaciones están los afamados arboles cuadrados.

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El lugar es bastante bonito, haciendo honor a su nombre “Campestre”, una belleza natural rodea el lugar, un amplío patio y un hermoso paisaje caracterizan el Hotel.  Ojo, nunca hemos comido, ni quedado en el mismo, así que no podemos opinar, pero por la vista, no hay quejas.

Preguntamos por los afamados arboles y nos indican que para ello hay un sendero, claro, el mismo no es gratis, pero unos dos dólares por persona, tampoco era caro.  El sendero no es largo, algo corto, pero si entretiene.  Hay varios puentes sobre ríos, caminos entre arboles, flores, un tradicional sendero boscoso.  Cero dificultad para hacerlo, no hay que estar “fit” para recorrerlo.  Clima agradable, uno la pasa bien, perfecto para hacerlo en familia, niños y abuelos, sin tanta complicación.

El Valle Sendero Arboles cuadrados

El Valle - Sendero de arboles cuadarados

El Valle - Sendero de arboles cuadarados

El Valle - Sendero de arboles cuadarados

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Caminando, cruzando puentes, llegamos al centro del sendero, donde están los susodichos arboles cuadrados.   La verdad no son tan cuadrados jajajaja, eso sí, tampoco son redondos, tienen una forma algo cuadrada pero de bordes redondeados.  Hay letreros que indican cuales son, hay banquitas para sentarse y disfrutar del lugar: fresco y en medio del bosque, muy bueno para pensar y meditar un poco.  Un poco después viene un riachuelo y el final del sendero, saliendo nuevamente al Hotel Campestre.

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Ya realizada la caminata y el sendero, adivinen que viene…¡La hora de comer! Más rápido que ligero manejamos hasta nuestro lugar de pasta favorito “L’Italiano”.  El fetuccini y los gnochis son hechos en casa, las salsas totalmente caseras y muchos de los quesos, son hechos por ellos mismos (deben probar la ensalada caprese, ¡Uff!).

Nos agrada mucho el lugar por que son bastante amables y corteses, aparte, la comida es totalmente estupenda.  Las pizzas también son muy ricas.  Pero para mi, ganan siempre las pastas, especialmente el fetuccini, ya se de harina o la de albahaca, cualquiera es muy buena.  Les recomiendo totalmente la pasta de chorizo en salsa blanca con petit poas, basada en fetuccini.  A mi no me gustan los gnochis, a mi esposa tampoco, pero los de aquí están deliciosos.

El mismo queda frente al local de “Café Gourmet”, en una serie de locales comerciales que están cerca de la entrada al pueblo El Valle.  Los precios son accesibles, los platos rondan los 8-12 dolares, más o menos por esas latitudes están las pizzas.

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El Valle - L'Italiano

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El Valle - L'Italiano

 

El Valle - L'Italiano

El Valle - L'Italiano

Los sabores no son complejos, son bastante sencillos, pero muy ricos.  Todo hecho del día o al momento, ingredientes frescos y toque casero, no sabe a pasta comercial, es un sabor auténtico (nunca he ido a Italia, así que podemos decir, en buen panameño, que estoy hablando paja jajaja), casí diría yo que es una pasta tipo “comfort food”.

Es así, como dicen los cuentos, colorín, colorado, este cuento se a acabado.

El Valle - L'Italiano

 

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