Muchas personas luego del último post sobre Isla Secas, me han hecho muchas preguntas: ¿De verdad se ve así? ¿Dónde queda? ¿Cómo llego? ¿Dónde me quedo? Espero que este post les conteste estas preguntas y aumente la picazón de conocer más esta hermosa área de este bello país: nuestro Panamá.
¿Dónde queda?
Bueno amigos, para llegar y explorar el Golfo de Chiriquí existen varias maneras, yo les voy a mencionar la que conozco y por el momento me gusta bastante: Boca Chica. Este es un pequeño pueblo donde la mayoría de los habitantes tienen como actividad la pesca. Boca Chica sirve como punto de partida principal para explorar el Golfo de Chiriquí y sus maravillas.
¿Cómo llego?
Para llegar a este pequeño pueblo de pescadores, hay una entrada desde la carretera Panamericana. Si vienes de la Ciudad de Panamá, queda a mano izquierda de la carretera, a más o menos una hora (o tal vez 40 minutos) antes de entrar a la “Y” donde si vas a David sigues recto y si tienes como destino Gualaca o Bocas, tomas a la derecha.
Cuando tenga fotos del letrero actualizaré este post, mientras, usen Waze :P. Al tomar la carretera hacia Boca Chica, debes manejar unos 40 minutos más hasta llegar a un muelle. Poco antes del muelle a mano derecha puedes dejar el auto, sólo debes hablar con los locales, que cobran entre 2 y 4 dólares por dejarlo en sus terrenos.
¿Dónde me quedo?
Nosotros por lo regular nos quedamos en el Hotel Boca Brava, que está justo al frente del muelle. Agarras un bote desde el muelle hasta el hotel, este cobra unos 2 dólares por persona. Obviamente es mejor hacer la reserva por adelantado para evitar sorpresas al llegar.
Hay muchas otras opciones de hospedaje, mucho más lujosas y cómodas, aunque no he tenido la dicha de probarlas, por varios temas, especialmente porque viajamos con nuestro querido Dino. En el resto de los lugares que hemos averiguado, no lo aceptan, en Boca Brava sí :D. Además, en este hotel el abanico de opciones es muy amplio: puedes dormir en una hamaca por 5 ó 10 dólares la noche, o puedes optar por una habitación con aire acondicionado y agua caliente.
Les advierto, no es un lugar lujoso. Eso sí, la comida es ¡DELICIOSA! no te puedes ir sin probar la langosta, el centollo y el arroz de frito de mariscos. Me da hambre cada vez que me acuerdo de ese platillo. La comida es tan buena, que muchos yates/barcos pequeños que descansan cerca del pueblo, comen aquí.
Ahora, el desayuno… bueno, el desayuno está más bien normal. Yogurt de vasito, pan con queso (dizque derretido), pancakes y ese tipo de cosas estilo “americano”.
Eso sí muchachos, no se les ocurra traer cosas pesadas, y en caso de hacerlo estén más que preparados, por que hay una escalera laaaaaarguisímaaaaaa del muelle hacia el hotel, repito: laaaaarrr—guíiii—-siii—-maaaaaaaaaaaa. En serio. Además, hay que subir bastante. Cargar un cooler lleno de hielo y bebidas, ropa, “la guarida” de Dino y sus pertenencias, más las mías, uff, es toda una sesión de “Crossfit” en sí. Ahora si tas “fit” — go for it, adelante. Lleven agua, ellos venden, pero siempre prefiero llevar agua yo mismo.
Entre las cosas que más me agradan del hotel, está la variedad de personas que puedes conocer: rusos, asiáticos, estadounidenses, incontables nacionalidades. En esta ocasión, mientras tomaba fotos en el techo del hotel y el muelle, avisté unas personas bastante interesantes y amigables: Elune y Carlo.
Si mal no recuerdo Elune (no sé si esa es la escritura correcta) es rumana… ¿o era croata? En fin, estaba en el muelle esperando junto a Carlo, un amigo ruso (creo), el bote para ir de regreso a la carretera principal y de ahí tomar rumbo a su siguiente destino, el cual la verdad no recuerdo, jejeje. Mis recuerdos son bastante vagos, debo aprender a llevar apuntes ahora que decidí tener un blog :P.
Elune me contaba que tenía varios meses recorriendo el mar en un yate junto a su padre y que había recorrido gran parte del Pacífico y conocido muchísimos lugares. Carlo recorría el mundo por su cuenta, ya tenía nueve (9) meses de haberse tomado un sabático para disfrutar la vida un poco más (quien como ellos, ¿cierto?) y en algún punto del recorrido decide unirse a Elune para seguir viajando. En ese momento decidieron separarse y tomar un rumbo distinto al yate de su padre, por eso estaban en el muelle.
Le pregunté sobre su nombre a Elune y me comentaba que significa Sol, yo le decía que sonaba más a Luna en español, lo cual nos pareció gracioso. Ambos, Elune y Carlo, me confirmaron la existencia de una mítica cascada que da al mar, ubicada en el Pacífico panameño y que hasta lograron escalarla. Esta es una de esas bellezas que estoy decidido a encontrar y traerles fotos… pero por lo pronto no tengo idea como llegar, jajaja.
Otra cosa que me gusta mucho de este lugar son los amaneceres. Vean y luego me dicen qué piensan:
El hotel también ayuda a coordinar con boteros para hacer distintos tours. Hasta donde tengo entendido uno negocia con el botero al final, ellos sólo hacen el contacto. El hotel te ofrece un cooler con bebidas, pintas, agua y sandwiches para la travesía. Este servicio es por consumo, te dan la hielera y cobran cuando regresas luego de hacer el inventario. Así que chicos, no es necesario llevar tantas cosas, menos peso para subir por las laaaargaaaas escaleras.
El Golfo de Chiriquí es inmenso, hay muchas cosas por explorar y conocer. Múltiples lugares para scuba y snorkel, innumerables playas, desde arenas negras hasta las blancas. Desde aguas azules hasta la cristalinidad de Isla Secas, o la tranquilidad de Isla Gamez (esa es para otro día). Yo aún no me canso de ir. Y tú ¿a qué esperas?
Hotel Boca Brava:
https://www.facebook.com/hotelbocabrava