Entre lágrimas y fuertes emociones culminó el All Star Chef Challenge, la primera competencia o batalla de chefs en vivo en Panamá. Pero no nos adelantemos, empecemos por el principio. Este año, entre las tantas innovaciones de Panamá Gastronómica, la más vistosa y emocionante de todas, fue la competencia por ser el mejor en Panamá: El All Star Chef Challenge.
¿El premio? Cinco mil dólares ($5000) a la fundación escogida por cada Chef y por supuesto, ¡el honor de ser el mejor chef entre todos! ¿Qué más puede uno pedir? Y por cierto, un premio adicional, un crucero por el caribe para dos, todo pago. ¡Ajo, así sí ah!
Los participantes fueron:
- Ruben Ortega Vieto – Techo Panamá
- María Echeverría – FundaCáncer
- Felipe Milanés – APROJUSAN
- Alfonso de la Espriella – FUNDAYUDA
- Luis Mendizabal – Mario de Obaldá
- Julio Loli – San José de Malambo
- Edna Cochez – Calicanto
- Alvaro Perrino – Casita de Mausi
- Francisco Castro – Down Panamá
- Alexis Sitton – Tortuguía
- Enrique Hendricks – Proyecto Paila
- Hernán Correa – Patronato de Nutrición
La competencia constó de cinco rondas: cuatro de clasificación y la final. La mecánica de las rondas clasificatorias comienza con la presentación de una canasta negra, dentro de la cual estaban “los ingredientes secretos”. Los Chefs tenían 30 minutos cronometrados para preparar un plato que debía incluir cada uno de estos ingredientes secretos como mínimo.
Un componente muy importante de la competencia son los jueces. El panel seleccionado para las rondas clasificatorias estaba muy balanceado, todos conocidos del mundo de la gastronomía local: la Chef Nicole Puello del Grupo Rey, Alessio Gronchi Gerente de Grupo Grada y Efraín Barreto de Tu Gourmet Magazine.
Gran parte del reto radicaba en integrar los ingredientes secretos, pues siempre había una buena combinación… hasta que encontraban el último ingrediente, uno que no tenía nada, pero absolutamente nada, relacionado a los anteriores. Por ejemplo: bacon, piña, cilantro y mayonesa. Sí, Mayonesa. En otra ocasión fue gelatina verde (por cierto, un uso muy creativo de este ingrediente). Aquí empezaban los problemas para los chefs, pero la diversión para el público y los jueces.
Una vasta colección de ingredientes, especias, vegetales y un sin número de equipos estaban a disposición de cada chef, incluso un asistente para cada uno. Pensar qué hacer con esta mezcla poco común de ingredientes, con el reloj en contra y un panel de reconocidos expertos culinarios fungiendo de jueces era un verdadero reto y si a todo esto le sumamos lo peor: tener que pagar las pintas al resto de los chefs si perdías (¡es en serio!), se convierte en un tema de orgullo y mucha garra.
La verdad no es lo mismo ver una competencia de cocina en la televisión, tipo Iron Chef, que apreciarlo en persona. Es una experiencia completamente diferente. Fue un gusto muy grande haber tenido la oportunidad de ver el All Star Chef Challenge, la primera batalla de Chefs reconocidos en vivo en Panamá. Todo fue muy emocionante y la final, cardíaca, terminando los platos a último momento, la gente corriendo, las barras a todo meter. Una muy buena experiencia.
Mucha tensión, caras serias por parte de los distintos chefs. Era increíble observar, como en tan poco tiempo: pensaban, picaban, preparaban, cocían y “enplataban” las distintas creaciones. La mayoría de los platos, presentaron un grado de elaboración elevado. Esto muestra la gran habilidad y talento de cada participante. Entre espumas, reducciones y otras técnicas, los chefs desafiaron al tiempo.
Los clasificados para la ronda final fueron:
- Alvaro Perrino
- Hernán Correa
- María de los Angeles Echeverría
Así fue la experiencia de la final, cardíaca y llena de emotividad. Barras muy animadas, la presión de un jurado de renombre internacional: Antonio Bachour, el chef Pastelero del momento, Nicholas Gill, escritor del New York Times y The Wall Street Journal y Luciana Bianchi, chef y periodista (conocida blogger e Instagramer). Era ya un tema de orgullo y honor.
El formato de la competencia cambió para la final. La mecánica de la canasta con los ingredientes secretos y los 30 minutos reloj se mantuvieron, el cambio consistió en que ahora no debían preparar sólo un plato, sino tres: entrada, plato fuerte y postre. Una canasta y 30 minutos para cada plato. Un pequeño descanso entre cada plato para limpiar y tomar algo de aire.
Si tras media hora los chefs quedaban cansados por la presión, ¡no puedo ni imaginarme cómo fueron esos 90 minutos! Prácticamente no podían ni parpadear.
Las imágenes lo dicen todo: entre lágrimas y un desenlace muy emotivo surge como ganadora María de los Angeles, en representación de FundaCáncer. Para María, esta era una causa personal. Su madre falleció este año a causa de esa enfermedad. El ganar la competencia y poder realizar esa donación, representaba para ella mucho más de lo esperado. La sala rompió en lágrimas cuando María sacó de entre sus herramientas de cocina, una foto de su madre, y comenta que la llevaba consigo, debajo de la mesa, durante toda la competencia, dejando a toda la sala en un ambiente de total emotividad y sacando lágrimas a los presentes.
Luego de este gesto, una explosión de felicidad y alegría por su logro. El público salió de las gradas y cada barra fue a felicitar a su campeón, porque en esta competencia, todos son campeones.
No puedo esperar a ver cómo será el próximo año.